
Justo donde late el corazón más castizo, ocupando buena parte del Madrid de los Austrias, a sólo unos pasos de Lavapiés. Es ahí donde se encuentra este popular barrio, también populoso, sobre todo, los fines de semana, a la hora del aperitivo o cuando cae la tarde. Bares, restaurantes y locales de ocio se suceden entre sus calles estechas y amplias plazas, que recuerdan la distribución medieval de la Villa.
Junto a las cavas forman el epicentro del barrio la plaza de la Cebada, presidida por el Teatro La Latina, y la plaza de la paja.
Recientemente restaurada, la capilla del Obispo, es uno de los dos monumentos más notables de La Latina, toda una joya del gótico tardío. El otro es la Real Basílica de San Francisco el Grande, construida en estilo neoclásico en el siglo XVIII. Al atardecer, su cúpula se convierte en el centro de todas las miradas. Aunque para dedicarse al noble arte de la contemplación, quizás lo mejor sea acercarse hasta las vistillas, un privilegiado balcón con vistas al Palacio Real y a la Casa Campo.
El viaducto, la plaza del Alamillo y la Puerta Cerrada son alguno de esos lugares de inevitable visita en el barrio.